martes, 10 de septiembre de 2019

El edificio que cambió mi vida


EDIFICIO LOTUS
El edificio que cambió mi vida 

Para la elección de mi edificio predilecto, la obra arquitectónica de mi preferencia sobre el resto de edificaciones a analizar, eh escogido aquella que representa, bajo mi punto de vista, los preceptos de estética, forma y función de manera precisa y grata para el habitador.
El edificio Lotus, un exponente de renombre situado en el distrito sur de Changzhou, en Jiangsu, dentro de la república popular China. Un hito cultural dentro de la ciudad, una obra que enmarca a la arquitectura de la nación oriental. El edificio Lotus es el complemento espacial conformado por dos niveles subterráneos inmersos en un lago artificial preexistente en su emplazamiento.
El diseño modular, se proyecta para ser un nodo entre la comunidad, un núcleo de cohesión social que integre a los ciudadanos de la urbe en un espacio público capaz de integrar la estética inmersa, no solo en su forma sino también al interior del edificio. Una volumetría que versa en lo escultórico, la cual emerge literalmente del lago, con subniveles sumergidos en sus aguas. El contraste entre la luz que ilumina la imponente fachada se acopla a la matización gradual del color.
Los habitadores son recibidos a un amplio vestíbulo similar a una catedral, con la misma imponencia en cuanto a escala y volumetría. Los pétalos son iluminados para profundizar en la magnífica estructura, los cuales están edificados de tal manera que la simetría se mantenga en todos los ángulos al interior de la obra.
Con más de 2.500 pilotes geotérmicos, el edificio se proyecta para mantener un consumo energético limpio, acoplando la energía cinética proveniente del caudal del lago para generar la electricidad que se usa para mantener iluminada su fachada, al igual que un hermoso candelabro ubicado al centro de la estructura.
Sus instalaciones también usan este factor climático a su favor, con ventilaciones naturales que contemplan un análisis del sitio pertinente. El edificio Lotus usa la evaporación refrigerante del lago debajo de sí, para conducir una chimenea térmica dentro del pétalo principal del loto. Es gracias a studio 505, el grupo encargado de proyectar este centro de interacción publica, que hoy en día podemos contrastar con maravilla la magnitud del Lotus.
Esta obra es mi exponente arquitectónico predilecto, pues contrasta la forma, su belleza externa con las cualidades del exterior, en un concepto formal adecuado y original. Más una obra de arte que un edificio, más un hito arquitectónico que un núcleo urbano, el edificio Lotus logró captar mi interés, maravillar mi atención, y encapsular mi gusto por la arquitectura que contemple un balance entre sus instalaciones, la perpetuidad de la obra, su geometría original, la belleza de su volumen, y el diálogo inmerso con el habitador, con el resto de arquitectos, diseñadores e incluso urbanistas que se maravillan ante semejante obra arquitectónica




Fuente:

lunes, 9 de septiembre de 2019

Carta de Atenas

Carta de Atenas 


Es en los movimientos anteriores a las grandes guerras mundiales, surge un postulado de análisis en cuanto a la arquitectura y sus vertientes, en concreto, sobre el movimiento modernista. El congreso internacional de arquitectura modernista, CIAM. Este grupo de arquitectos y diseñadores se reúnen en el año de mil novecientos veinte ocho, con la finalidad de estipular un tratado sobre la arquitectura moderna y sus repercusiones en las esferas urbanas y de vivienda.
Dicho tratado es la carta de Atenas, un documento sobre el cual se estipula el análisis que el congreso internacional recaba para las generalidades internacionales sobre arquitectura. Con ello, se tiene un tratado que afecta a esferas internacionales, no solo se adecúa a la ciudad europea, sino que también versa sobre las ciudades latino americanas.
Dentro del CIAM, se encuentra un exponente de dicho movimiento que marca una pauta sobre el resto de arquitectos y urbanistas. Se trata de Le Corbusier, arquitecto que postula los criterios de la urbe sobre el funcionamiento inerte con sus habitadores. Dentro de sus propuestas urbanas, podemos encontrar que:
• La ciudad no es más que una parte del conjunto económico, social y político que constituye la región.
• Yuxtapuestos a lo económico, a lo social y a lo político, los valores de orden psicológico y fisiológico ligados a la persona humana introducen en el debate preocupaciones de orden individual y de orden colectivo.
• Las razones que presiden el desarrollo de las ciudades están, pues, sometidas a cambios continuos.
• Ciertas circunstancias particulares han determinado los caracteres de la ciudad a lo largo de la historia: la defensa militar, los descubrimientos científicos, las sucesivas administraciones, el desarrollo progresivo de las comunicaciones y de los medios de transporte (rutas terrestres, fluviales o marítimas, ferrocarriles y rutas aéreas).
En resumen, las estipulaciones de la carta de Atenas versan sobre el diseño óptimo de las ciudades y su ordenamiento proporcional, sectorizando los usos de suelo, formalizando las relaciones entre sus habitadores. De tal manera, que se pueda llegar a tener una visión esclarecedora de los principios modernistas.
Las secciones de la carta también estipulan los aciertos y errores de los factores sociales inmersos en la sociedad, bajo los cuales influyen y destacan las delimitaciones urbanas, muchas veces condicionadas por la geografía y avances del hombre, las condiciones de división territorial sin tomar en cuenta una unidad geográfica proporcionada. En resumen, esta carta sigue siendo una propuesta de vanguardia aún hoy en día. Todos los pobladores de las urbes actuales han vivido en constante cambio, sufriendo las consecuencias de las delimitaciones urbanas de antaño, pero retomando criterio y postulados como lo es la carta de Atenas, para un porvenir mucho más brillante.



Fuente:
https://www.cosasdearquitectos.com/2014/07/el-patrimonio-para-el-movimiento-moderno-carta-de-atenas/

miércoles, 4 de septiembre de 2019

Las siete lámparas de la arquitectura

Siete lámparas de la arquitectura
1.- Lámpara del sacrificio:
La primera lámpara de este postulado versa sobre la actitud de trabajo entorno al hacer arquitectónico. Para poder consolidar una obra arquitectónica de principios sólidos se debe tener cierto sacrificio, un grado de abnegación en relación a nuestro esfuerzo, el saber que con nuestra labor podremos ayudar a demás personas, desde esferas de gran alcance, como ayudar a varios habitadores de una urbe, hasta ayudar a un reducido grupo de habitadores. Para ejemplificar esta lámpara, seleccioné la obra del centro de salud y promoción social, de Diebedo Francis Kéré. Un complejo que comprende tres unidades de especialidad médica, sobre las cuales se contempla: ginecología y obstetricia, dental y medicina general, además de consultorios, salas de hospitalización, oficinas y áreas de espera. Todo el centro de salud es edificado con arcilla, una propuesta innovadora y de vanguardia.
2.- Lámpara de la verdad:
Un criterio que contempla la veracidad de las obras arquitectónicas con sus habitadores, con el contexto aledaño por sobre el cual se desplantan. Para esclarecer dicha lámpara eh seleccionado la biblioteca central de Seattle, por Rem Koolhaas. Una obra que retrata de sobre manera la búsqueda de la verdad, al ser una de las bibliotecas más visitadas de la ciudad, un símbolo del despacho de Koolhaas, un espacio en donde los habitadores buscan la verdad entre las páginas de libros, escritos que los ayudaran, acompañados del innovador diseño arquitectónico, a encontrar las respuestas tan anheladas. Partiendo de un diseño reticular que sirve como estructura, la piel del edificio logra contrastar un juego de luces en el interior que ameniza totalmente la biblioteca central.
3.- Lámpara del poder:
El ejemplo a seleccionar fue el viaducto Millau, por Norman Foster y asociados. Una lámpara que busca retratar el poder de una nación, un determinado grupo de habitadores, un centro urbano en específico o una idea en concreto. Se trata de un puente flotante, uno de los puentes de mayor renombre a nivel internacional gracias a su colosal altura, una de las autopistas más elevadas en el mundo, simulando un trayecto entre las nubes y el cielo. El diseño de Foster fue el de retratar las montañas aledañas, un símbolo del poder del hombre en relación a la naturaleza.
4.- Lámpara de la belleza:
Aquí es en donde entra en juego la subjetividad del arquitecto, pues esta lámpara nos habla de la estética inerte en las obras arquitectónicas. Se retrata de sobre manera en la vanguardia y las tendencias arquitectónicas del mundo actual, por lo que seleccioné la filarmónica de París, de Jean Nouvel. Una obra que retrata la belleza tanto en el espacio exterior, teorizado bajo el concepto de curvas que evocan el movimiento serpenteante de una nota musical, como el trabajo en el interior, una obra luminaria que nos ofrece una gama de colores y texturas que contrasten con la música de la filarmónica.
5.- Lámpara de la vida:
La Capilla Brother Klaus Field, de Peter Zumthor. Una edificación construida mediante un total de 112 troncos de madera, en el interior la madera fue encendida en llamas, dejando un vano al interior para retratar la capilla, fabricada a base de concreto de cincuenta centímetros de espesor. El exterior se retrata como un volumen libre y austero, que matiza los tonos agrestes de su emplazamiento, un hito que no cuenta con instalaciones o luz eléctrica, pero va acorde a las demandas de los agricultores locales, en honor al santo suizo Nicholas von der Flüe.
6.- Lámpara de la obediencia:
Para dar un ejemplo, el centro Pompidou-Metz, de Shigeru Ban, retrata con claridad que la lámpara versa sobre el trabajo duro y la constancia del concepto arquitectónico con el exterior. Una edificación que presenta una cubierta de formas orgánicas, a base de madera, que enmarca un enlazamiento con el contexto de tal manera que se proyectan miradores sobre su superficie que apuntan a los hitos de mayor relevancia en la ciudad.
7.- Lámpara de la memoria.
Para la lámpara final, seleccioné el museo de historia de ningbo, de Wang Shu. Una obra monolítica que se mimetiza con su entorno con maestría, formando un volumen a base de materiales que surgen por debajo del suelo, una geometría formal sobre la cual se proyecta una serie de pequeños ventanales. El macizo predominando sobre el vano. Con un mirador en su techumbre, el museo cuenta con una serie de pisos de exposición bien iluminados gracias al emplazamiento y el contraste de la obra arquitectónica con su lugar de origen.